Cincuenta largos años han pasado desde que varias familias comenzaron, en 1964, a luchar por los derechos de sus hijos con discapacidad intelectual o del desarrollo, y precisamente, el primer derecho por el que lucharon fue el derecho a la educación, ya que a muchos de sus hijos, a la gran mayoría, en aquella época de la historia de España no se les reconocía ni siquiera este derecho.